Vuelta al trabajo. Pereza inmensa.
Añoro muchísimo que no suene el despertador por las mañanas, el salir a la calle sin rumbo fijo y sin prisa por decidir adónde ir, el ser dueña absoluta de mi tiempo, mis siestas después de comer, ir con las chancletas a todas partes…
Ay pena penita pena, pena de mi corazón…
Este verano además, he tejido poquísimo o sea que no tengo nada que enseñar. O prácticamente.
A falta de decidir que qué hago con las mangas está por acabar mi jersei a rayas.
A medias también el Seraphim, cuanto más lo veo dentro de la bolsa en la que está, menos ganas tengo de tejerlo.
Sin acabar el segundo calcetín del par de color azul celeste que tengo en las knitpicks desde hace siglos.
Un gorro que tuve que empezar dos veces a la mitad.
Quiero terminar algo y no sé que exactamente. A esto le llamo yo estar dispersa. A ver si esta tarde en casa me entra la inspiración. Os cuento.
2 comentaris:
uuuf! Mucho ánimo con la vuelta al trabajo...
Benvinguda!
Poc a poc i bona lletra... que entrar de cop a la vida "normal" afecta la salut!!!
Petonz!
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